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agosto 16, 2009

“Si describo una ciudad cosmopolita, cualquier detalle, incluso la visión mental e incompleta de una avenida, me evoca el recuerdo de mi lugar en el universo. El bello reflejo de un rayo solar en la intocable vidriera de una construcción de más de diez pisos o, la forma como se disponen los automóviles para tener un poco de orden dentro del ritmo desenfrenado de la vida moderna, cualquier cosa, es un pretexto para llevar mis ideas más allá de lo que otros pueden concebir o comprender.

Mi cuerpo camina y se mueve de manera automática mientras mi mente se refugia en el hiperespacio. Estoy solo en medio de una multitud; mi cabeza, mi cuerpo, mi apariencia, constituyen sólo la guarida de mis ideas, pero yo no estoy aquí; estoy allá pensando. Camino en un lado de la calle y pienso en el otro. Irónica vida. ¿Cuántos más están en otro lugar haciendo lo mismo que yo?”

Extracto de El recuerdo de la lluvia